¿Dónde se encuentra la Roca de la Virgen?

La Roca de la Virgen: un emblema de Biarritz

Muchas actividades te esperan durante tus próximas vacaciones cerca de Biarritz. Aprovecha para descubrir algunos de los sitios más bellos de los alrededores. Entre los imprescindibles se encuentra la Roca de la Virgen.

En familia o con amigos, disfruta de un paseo hasta la Roca de la Virgen. Este sitio, majestuoso y lleno de historia, atrae a numerosos visitantes, pero no solo a ellos. Los habitantes también acuden regularmente para disfrutar de la belleza del lugar y respirar aire fresco. La atracción del sitio no es nueva; la Roca de la Virgen es un símbolo de Biarritz desde al menos el siglo XIX.

Su autenticidad y su carácter pintoresco despiertan la curiosidad de los turistas, quienes se maravillan ante la estatua de la Virgen, que se alza majestuosa en un islote rocoso azotado por las olas. Para llegar al sitio, los visitantes cruzan un largo puente metálico. Una vez allí, pueden disfrutar de una vista excepcional del océano y la ciudad. Hacia el interior, el panorama abarca toda la Costa Vasca e incluso los Pirineos.

Lugar de paseo con un toque romántico, la Roca de la Virgen es uno de los mejores sitios para admirar el atardecer. Extendida hacia el mar como la proa de un barco, entre el Puerto de los Pescadores y el Puerto Viejo, esta curiosidad natural mira ahora hacia el Acuario de Biarritz y la Ciudad del Océano.

 

Historia de la Roca de la Virgen en Biarritz

En el siglo XIX, se erigió una estatua de la Virgen en la punta del islote rocoso. Según la leyenda, unos balleneros atrapados en una tormenta se salvaron gracias a la aparición de una luz divina que los guió de regreso al puerto.

La estatua, de 3 metros de altura, se construyó en 1865. En 1864, Napoleón III ordenó perforar la roca y conectarla con la costa mediante un puente de madera.

Este puente no resistió el embate de las olas y los vientos y fue reemplazado en 1887 por un puente metálico inspirado en las obras de Eiffel. Con 75 metros de longitud, este puente sigue permitiendo acceder a la roca, azotada por las olas, y perderse en la inmensidad del océano.

A la vez lugar de memoria y sitio natural impresionante, la Roca de la Virgen está vinculada al pasado marítimo de Biarritz y también a su historia imperial.